La industria electrónica de consumo en Tierra del Fuego se convirtió en un pilar fundamental del desarrollo tecnológico en la Argentina. En las ciudades de Río Grande y Ushuaia se encuentran más de 20 plantas industriales dedicadas a la fabricación de productos para marcas reconocidas a nivel global.

Empresas como Alcatel, AOC, Carrier, Daewo, LG, Hisense, Hitachi, Hyundai, Midea, Motorola, Philips, RCA, Samsung, TCL, Xiaomi y ZTE confían en la capacidad productiva de estos establecimientos para fabricar sus dispositivos.

La historia de la fabricación para compañías de renombre internacional en Tierra del Fuego no es nueva. En estas plantas también se ha producido para empresas como Sony, Dell, Asus, Blackberry, Compaq, Huawei, Lenovo, Panasonic, Pioneer y Whirlpool.
El historial demuestra que la región logró posicionarse como un centro de producción confiable para marcas internacionales, con altos niveles de calidad y tecnificación.

El desafío de los estándares internacionales

Fabricar productos para marcas internacionales no es una tarea sencilla. Las empresas locales deben cumplir con estrictos estándares de producción que replican los procesos aplicados en las fábricas de origen de estas marcas.

Esto significa que cada paso, desde el diseño del producto hasta la línea de ensamblaje, debe cumplir con las exigencias de la marca. En algunos casos, las plantas en Tierra del Fuego operan como filiales argentinas de multinacionales. En otras ocasiones, fabrican bajo licencias o en sociedad con empresas internacionales.

En cualquier modalidad, el desafío es el mismo: garantizar que el producto final cumpla con los estándares de calidad que se esperan en mercados globales.

Para lograr esto, las marcas suelen enviar personal especializado a las plantas fueguinas para capacitar a los trabajadores locales, montar las líneas de producción y supervisar que los procesos productivos se realicen correctamente. Además, auditan los productos terminados para asegurarse de que cumplan con las especificaciones requeridas.

Esta modalidad de trabajo implica que las plantas deben estar en constante actualización tecnológica.

Las máquinas utilizadas en la fabricación de placas electrónicas, por ejemplo, están conectadas en tiempo real con los centros de desarrollo en sus países de origen. Esto permite monitorear cada producto desde su fabricación y realizar ajustes en caso de ser necesario.

Tecnología y seguridad en la producción

Uno de los aspectos más destacados de la industria fueguina es su capacidad para utilizar tecnología avanzada en los procesos de producción.
Las plantas cuentan con más de 40 líneas de inserción automática para la fabricación de placas electrónicas.

Esto les permite producir equipos de alta calidad, como celulares, televisores, acondicionadores de aire, microondas y componentes electrónicos para automóviles.

Uno de los aspectos más destacados de la industria fueguina es su capacidad para utilizar tecnología avanzada en los procesos de producción.
Las plantas cuentan con más de 40 líneas de inserción automática para la fabricación de placas electrónicas. Esto les permite producir equipos de alta calidad, como celulares, televisores, acondicionadores de aire, microondas y componentes electrónicos para automóviles.

El monitoreo en tiempo real de los productos garantiza la calidad y permite a las marcas tener un control preciso de cada unidad que sale de las líneas de producción. Este sistema detecta posibles fallos en la fabricación y ayuda a las plantas a optimizar los procesos.

Otro factor crucial que atrae a las marcas internacionales son los altos niveles de seguridad y confidencialidad que ofrecen las plantas fueguinas. Al trabajar con productos de vanguardia, las marcas necesitan asegurarse de que sus diseños y procesos de fabricación estén protegidos.

Por otra parte, la capacidad tecnológica de estas plantas no se limita a la producción de bienes de consumo masivo. Durante la pandemia de Covid-19, la industria fueguina demostró su versatilidad al fabricar más de 1.800 respiradores en un corto período de tiempo. Esto fue posible gracias a la infraestructura avanzada y al conocimiento técnico acumulado en años de trabajo con firmas internacionales.

Un futuro alentador para la industria electrónica

La industria electrónica en Tierra del Fuego ha logrado posicionarse como un referente en la región y en el mundo. Con una capacidad instalada de más de 22 millones de unidades anuales, continúa atrayendo a marcas internacionales que buscan producir en un entorno seguro, confiable y tecnológicamente avanzado.

La Asociación de Fábricas Argentinas Terminales de Electrónica (AFARTE) agrupa a las principales empresas del sector y juega un papel clave en la promoción de la industria fueguina. La entidad ha sido un motor de innovación que consiguió impulsar el desarrollo de nuevas tecnologías y garantizar que las plantas locales puedan competir con otros polos industriales como los de Brasil, México, Polonia, China o Corea.

A pesar de los desafíos que enfrenta la industria electrónica a nivel global, las plantas de esta provincia demostraron que pueden adaptarse a las exigencias del mercado y seguir siendo un socio confiable para las marcas internacionales. La combinación de tecnología avanzada, personal capacitado y altos niveles de seguridad industrial aseguran que los productos fabricados en la Argentina cumplan con los estándares de calidad que se esperan en cualquier parte del mundo.