El uso de plataformas, herramientas digitales avanzadas y drones, hacen que el campo se este reinventando constantemente para optimizar recursos y minimizar su impacto ambiental. Y no se trata de una tendencia global: esto también está sucediendo en la Argentina.
La digitalización representa un elemento central en la implementación de la agricultura regenerativa. Según Federico Garat, líder de Relaciones con la Industria para Bayer Agro Conosur, esta permite trazar procesos productivos y tomar decisiones basadas en datos medibles y concretos.
“La digitalización nos permite trazar todos los procesos productivos y, de alguna manera, ponerlos en valor. A través de plataformas digitales, los productores pueden planificar desde la siembra hasta la cosecha, optimizando el uso de recursos y regenerando el medioambiente”, explica Garat.
Para Bayer, la digitalización actúa en dos frentes principales. Por un lado, facilita la toma de decisiones más informadas, ajustadas a las necesidades específicas de cada cultivo. Por otro, permite registrar y valorar prácticas productivas sostenibles, lo que aporta transparencia hacia los consumidores finales.
Una de las herramientas utilizadas por Bayer es FieldView: una plataforma que recopila datos desde la siembra hasta la cosecha. “Esta solución permite hacer prescripciones adaptadas a cada situación de producción y monitorear los procesos productivos posteriores, la pulverización, la cosecha, y recolectar toda esa información de manera digital con precisión”, explica el líder de Relaciones con la Industria para Bayer Agro Conosur.
El uso de drones en la agricultura fue ganando protagonismo por su capacidad para realizar aplicaciones más precisas y eficientes. En ese sentido, Carlos Testa, propietario de Agrícola Testa SRL, primer Bayer FowardFarming de la Argentina, destaca que su compañía lleva cuatro años trabajando con estos dispositivos, los cuales considera una herramienta fundamental dentro de su “tablero tecnológico”.
Estas tecnologías no solo reducen la compactación del suelo, sino que también disminuyen la contaminación y el desperdicio de recursos. “Con drones, no tocás plantas, no perdés grano y, operativamente, tienen un impacto muy positivo”, explica el empresario.
Por otra parte, los drones permiten monitorear en tiempo real las condiciones del campo gracias a sus centrales meteorológicas integradas. Testa también afirma que existen diferentes tipos de dispositivos: los de aplicación, utilizados para distribuir insumos, y los de imágenes, que brindan información valiosa para la gestión diaria de los cultivos.
Estas herramientas son esenciales para garantizar un trabajo más eficiente y amigable con el medioambiente.
La digitalización también fomenta la colaboración entre empresas y productores. Federico Garat, sostiene que, a través de plataformas como FieldView, es posible compartir experiencias y mejores prácticas sin la necesidad de estar en el campo.
Por ejemplo, los productores pueden visualizar en tiempo real cómo funcionan los sistemas productivos y recibir datos sobre las condiciones de los cultivos. Este enfoque no solo mejora la comunicación, sino que también acelera la adopción de prácticas sustentables y regenerativas a gran escala.
“La digitalización nos permite compartir experiencias con productores sin esa visita de campo, porque mostramos la forma de producir y los datos necesarios de cómo se ha producido a lo largo del desarrollo de los cultivos”, detalla Garat.
La agricultura digital representa un cambio de paradigma. Desde la planificación hasta la ejecución, las herramientas tecnológicas han demostrado ser esenciales para optimizar recursos, reducir costos y promover prácticas más sustentables.
A su vez, los drones, las plataformas digitales y la inteligencia artificial están transformando los campos en espacios más eficientes y responsables con el medioambiente. Además, este enfoque responde a la creciente demanda de los consumidores por productos más sostenibles y que demuestran su trazabilidad.