El desembarco de la pandemia aceleró las innovaciones tecnológicas, muchas de ellas planeadas para los próximos años. Allí, diversas pymes y startups dieron comienzo a nuevos proyectos o reinventaron sus estrategias para encontrar en la digitalización, un canal de comunicación con los usuarios. Para esto, la inversión tuvo un rol fundamental. En ese sentido, ¿cómo será el mundo financiero en la pospandemia y cuáles son las principales iniciativas enfocadas en potenciar a los emprendedores?
“Hace 5 años vendíamos aproximadamente el 5% de nuestros productos por canales digitales. Cuando comenzó el aislamiento, ese número ascendió al 60%. Entonces, se dio la aceleración de un proceso que no comenzó ayer, sino que tiene una trayectoria prolongada en el tiempo”, explican desde BBVA.
En el último semestre de 2021, la entidad financiera otorgó 41.390 millones de pesos en financiaciones de corto y largo plazo a más de 3.800 micro, pequeñas y medianas empresas (MiPyMEs), a tasas por debajo del 35%. Estas líneas de préstamos, descuentos de cheques y leasing (arrendamiento) tienen como objetivo la financiación de capital de trabajo y pago de sueldos, e inversión productiva.
Algunas de las necesidades más requeridas por las pequeñas y medianas empresas en estos últimos meses fueron la profesionalización de la gestión, la capacitación de sus recursos humanos, el agregado de valor a partir de innovaciones y diseño propios, y la reinversión constante en equipos y maquinarias. Con este nuevo escenario, desde BBVA indican que las pymes comenzaron a demandar canales de comunicación más efectivos, soluciones ágiles y una adaptación al cambio constante del mercado. Asimismo, se acentuó la necesidad de contar con los bancos como aliados en el camino a la expansión de sus negocios y gestión.
“En BBVA el segmento Pyme y Emprendedor toma una importancia central en nuestra estrategia, donde buscamos llegar a mayor cantidad de clientes, con soluciones más simples en productos tradicionales, y ofertas disruptivas para las nuevas necesidades; sin perder la atención personalizada y la cercanía que ya logramos con nuestros clientes”, señalan desde la firma.
Por otra parte, el banco confirma su compromiso con el medioambiente a través de una asistencia a empresas que emprendan sus negocios de forma sustentable. Este año, se realizaron operaciones por más de 340 millones de pesos a compañías principalmente del sector agropecuario. Para esto, se estableció un estándar agro para financiar inversiones en productos que colaboran con el cuidado del medioambiente.
Tal es así que la entidad financiera dispone de “Eco Préstamo” para tres líneas: vehículos eléctricos como autos, motos o monopatines; electrodomésticos con eficiencia energética “A”; y paneles solares.
“Es una de nuestras principales prioridades contribuir a un futuro más verde, y renovamos nuestro compromiso con la sostenibilidad, siendo la primera entidad financiera en obtener el Sello Verde otorgado por la Ciudad de Buenos Aires”, destacan desde el banco.
También, en Argentina, el banco está presente de diversas maneras, tanto en la compra de hardware como en la financiación en robótica y biometría que acompaña al proceso de menor uso de papel y la posibilidad de procesar operaciones en la nube.
Más allá de los avances tecnológicos, la estrategia de la entidad financiera para los próximos años implica cambios en el negocio, en la cultura de la organización, en las metodologías y en los espacios de trabajo. En esa línea, las sucursales dejarán de ser espacios netamente transaccionales para convertirse en oficinas donde se generen pequeñas interacciones.
“Esto implicará profundizar la tarea de asesoramiento, la elaboración de planes, el desarrollo de soluciones integrales y personalizadas de valor agregado para cada cliente”, confían desde BBVA.
También, en Argentina, el banco está presente de diversas maneras, tanto en la compra de hardware como en la financiación en robótica y biometría que acompaña al proceso de menor uso de papel y la posibilidad de procesar operaciones en la nube.
Más allá de los avances tecnológicos, la estrategia de la entidad financiera para los próximos años implica cambios en el negocio, en la cultura de la organización, en las metodologías y en los espacios de trabajo. En esa línea, las sucursales dejarán de ser espacios netamente transaccionales para convertirse en oficinas donde se generen pequeñas interacciones.
“Esto implicará profundizar la tarea de asesoramiento, la elaboración de planes, el desarrollo de soluciones integrales y personalizadas de valor agregado para cada cliente”, confían desde BBVA.