El compromiso de muchos estudiantes y una beca que los acerca a sus sueños
Esta es la historia de tres estudiantes: Camila Alonso, Iván Moyano Hassam y Esteban Daniel Vilte que encontraron el soporte que necesitaban para que su proceso de crecimiento profesional no se detuviese frente a un momento de incertidumbre.
Tras postularse y pasar por un proceso de selección, fue una de las 10 becadas de la primera camada de la convocatoria de PAE en su provincia. “El programa no sólo me interesó por la ayuda económica, sino también por el acompañamiento personalizado que uno recibe durante la carrera, que es algo que en principio uno no lo dimensiona, pero la compañía de un tutor resulta fundamental”, cuenta Camila. La beca le permitió concentrarse más en sus estudios. Además, destaca que la guía del tutor mes a mes, ayuda a fijar los objetivos y hacer todo más sencillo. En 2020 renovó su beca y participó como “alumna tutora” en su universidad, es decir, ayudó a compañeros que estaban ingresando en cuestiones específicas de la carrera, con sus trabajos prácticos, o para presentar exámenes. “El acompañamiento y la Comunidad de Becarios PAE es fundamental. Como “alumna tutora” siento que devolví parte de lo que recibí en todo este tiempo”. Hoy, a Camila solo le resta presentar el proyecto final y está a un paso del ansiado título. La experiencia de ser becada de PAE no sólo le brindó la posibilidad de formar parte de este programa, sino también la de realizar su práctica profesional en la compañía. En febrero y marzo del año pasado, trabajó en el área de perforación de la operación de Lindero Atravesado. La experiencia vivida y los conocimientos que se llevó forman parte hoy de la base del proyecto final que está por presentar en abril para recibirse.
Tenía que abandonar su sueño de convertirse en Ingeniero Electrónico en la Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco porque no tenía forma de solventar sus gastos de alojamiento para quedarse en Comodoro Rivadavia. Así fue como llegó y decidió presentarse en la convocatoria del Programa de Becas PAE. “Estaba contra la espada y la pared ya que tenía que irme con ellos y dejar la carrera, cuando ya estaba en cuarto año y empezar allá o solventarme económicamente y seguir acá. Mis compañeros que ya tenían la beca me alentaron. Mi panorama era muy difícil. Si no conseguía la beca o un trabajo iba a tener que renunciar a esto que amo”. En 2018 se anotó en la beca y aún recuerda su alegría cuando le comunicaron que la había obtenido. “Ya que me dieran una beca era la posibilidad de seguir con mis estudios y más al saber que quedamos entre tantos postulantes. Eso me hizo sentir apreciado y decidido a no desaprovechar la oportunidad”. Si bien ya estaba avanzado en su carrera, admite que el incentivo de su tutor era clave. Iván, también, destaca el valor de la Comunidad de Becarios PAE, donde a pesar de un 2020 muy difícil, se pudo mantener a través de la virtualidad y fue una red de contención y acompañamiento muy importante. “Es un espacio muy útil donde nos brindan herramientas para el futuro y podemos compartir nuestras experiencias. Es una fraternidad”. Hoy Iván vive en Pico Truncado, en la zona norte de la provincia de Santa Cruz, ya que desde enero trabaja en PAE. “Un día antes de Navidad me llamaron de PAE y firmé mi contrato con la compañía y por eso me trasladé a Pico Truncado para comenzar una nueva vida. Yo no tenía inconvenientes en mudarme porque necesitaba comenzar a trabajar y estar en PAE, que apoyó parte de mi carrera, fue decidirme a ir sin pensarlo dos veces”.
En el segundo año de carrera recibió la beca que sigue hasta la actualidad: “pusieron un voto de confianza en mí y les demostré que podía”, afirma. Al igual que sus compañeros, aclara que la beca no es sólo un aporte económico, sino que brinda mucho acompañamiento y capacitación. “El acompañamiento a través de mi tutora fue tan bueno que logró que me relajara en la época de la pandemia. Gracias a eso pude organizarme y avanzar”, comenta. Ahora está realizando su tesis y se encuentra a un paso de recibirse. Nunca imaginó poder obtener el título en medio de una pandemia. “A cualquier persona le diría que se anote porque no es sólo ese apoyo económico. Desde el segundo año que entré en la beca me sentí totalmente acompañado todos los meses de cada año. Si me costaba una materia, se encargaban de reunirme material o ponerme en contacto con alguien que me ayude y esto habla mucho de la capacitación que nos dieron en liderazgo, vocación, armado del CV. Si no hubiese tenido la beca no sé cómo seguiría hoy mi carrera. Me ayudaron tanto en mi formación profesional, como en la personal”.
Desde el año 2003, y con más de 300 estudiantes becados, el objetivo del Programa de Becas Universitarias PAE, es superar la visión tradicional de apoyo económico que se tiene de una beca, para proyectarse sobre la formación integral del estudiante en su futuro desempeño profesional.
Así, la compañía lanza la convocatoria 2021 destinada a estudiantes de carreras vinculadas a la energía de las provincias de Chubut, Neuquén y Santa Cruz, en un trabajo articulado con la Fundación Cimientos, la Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco, la Universidad Nacional de la Patagonia Austral y la Universidad Nacional del Comahue. Hasta el 12 de abril hay tiempo para inscribirse aquí.
“El acompañamiento a través de un tutor resulta sumamente valioso para los jóvenes, ya que los datos estadísticos demuestran que estos espacios y la motivación sostenida generan que en el 90% de los casos el estudiante avance más en la carrera desde que accede a la beca. De esta forma, el programa tiene una tasa de retención, del 77% y se encuentra 15 puntos por encima de la tasa promedio publicada por la Secretaría de Políticas Universitarias”.
“Estas alianzas estratégicas entre el sector público, privado y las ONG resultan fundamentales, sobre todo en esta región. Poder llevar adelante un programa como este, articuladamente, permite que fomentemos la formación de ingenieros en esta región y gracias a este acompañamiento, se han recibido muchos alumnos”.
“El programa prioriza a los estudiantes que están en situación de vulnerabilidad para que puedan continuar con sus estudios y garantizar así su derecho a la educación superior. Esperamos que nuestros becados sean profesionales responsables, no sólo en lo técnico, sino que puedan contribuir al desarrollo local de cada zona por el bien de la comunidad.
“El Programa de Becas PAE es sumamente importante porque permite a los estudiantes tener la tranquilidad económica necesaria para poner el foco en el desarrollo de su carrera universitaria, mejorando su performance y su trayectoria académica a través del acompañamiento de tutores, lo que contribuye a mejorar los niveles de retención, permanencia y promoción de los estudiantes. Además, cuentan con espacios de relacionamiento y vinculación entre pares, acceso a congresos y talleres, la posibilidad de realizar prácticas profesionalizantes y pasantías, y vincularse con el mundo corporativo”.
“El acompañamiento personalizado que realizamos a los jóvenes que forman parte del programa supera a la media nacional, tanto en la permanencia en la universidad, como en la cantidad de años de carrera, y eso significa que hacemos una diferencia, porque permitir que un joven que tenía pocas oportunidades logre terminar su carrera, es una historia de éxito que le da razón de ser al Programa de Becas PAE”.