Qué es el sarro y cómo prevenir su aparición en los dientes
El rostro es la carta de presentación de una persona y, quizás, la sonrisa es uno de los primeros aspectos que percibimos.Una sonrisa abierta, amplia y sincera genera que las personas se sientan relajadas y cómodas.
Pero por más que esto se logra con un simple movimiento de los músculos, hay personas que son tímidas a la hora de mostrar los dientes debido a cuestiones estéticas, entre las más comunes se encuentran: el color amarillento en las piezas dentales, la aparición de manchas y el sarro.
Este último, -también llamado cálculo o tártaro dental-, es una placa bacteriana que se endureció sobre los dientes debido al depósito de minerales.
¿Dónde lo solemos percibir?
Normalmente, en el borde de las encías y debajo de ellas, generando un daño en los tejidos gingivales.
Según la odontóloga Mara Casal (M.N 37693), el indicador de sarro más común es observar un color marrón o amarillento en los dientes o encías. “El único modo cierto de detectar la presencia de sarro y de retirarlo es acudir a un odontólogo”. Pero a pesar de que la visita al odontólogo es esencial y nada la reemplaza, la higiene bucal y una buena elección de productos para lavar los dientes ayudan a evitar la aparición de manchas y sarro: “Es importante cepillarse correctamente, especialmente con una crema dental para control de sarro, y utilizar hilo dental. Recientemente Colgate lanzó al mercado la línea Total 12 Anti-Sarro la cual incluye una crema dental y un enjuague bucal específicos para tratar la formación del sarro”, destacó la odontóloga Casal.
Además de tener una consecuencia estética, también afecta la salud bucal. Según la odontóloga, la acumulación de sarro es la responsable de dos de las afecciones más comunes:
Son un conjunto de afecciones infecciosas provocadas por los agentes patógenos presentes en nuestra boca: las bacterias periodontales. “Dichas patologías se pueden dividir en dos grandes grupos: gingivitis y periodontitis. La diferencia fundamental es que la gingivitis afecta principalmente a los tejidos blandos: a la encía, provocando inflamación de la misma. Esta primera fase puede ser reversible mediante la higiene bucal diarias y realizando las visitas periódicas al odontólogo”.
Sin embargo, la periodontitis es un estado más avanzado de la enfermedad periodontal, fruto de una gingivitis que no se ha tratado a tiempo y se caracteriza por la inflamación y sangrado de la encía.
Por otra parte, la caries es una afección que supone el daño del esmalte de nuestros dientes, provocada por la acción de las bacterias que se acumulan en la placa. En un estado inicial, la caries afecta exclusivamente al esmalte dental. Sin embargo, “en caso de no ser tratada a tiempo, puede llegar a dañar el nervio dental -también llamado pulpa dental-, e incluso provocar la pérdida de la pieza dentaria si está muy avanzada”, aseguró Mara Casal.
Otro problema que está asociado a la acumulación del cálculo dental es la halitosis comúnmente llamada mal aliento.
Finalmente, es importante destacar que, una vez que el sarro se depositó en los dientes, solo el odontólogo puede retirarlo. Por eso, la odontóloga Casal, recomienda una visita al dentista una vez cada 3 o 6 meses en pacientes con enfermedades periodontales o, una vez al año en el resto de los pacientes.