Movilidad eléctrica, una tendencia clave
en la reducción de la huella de carbono

A nivel mundial, el transporte representa una cuarta parte de las emisiones de carbono a través de 8 gigatoneladas por año, según datos del Panel Intergubernamental para el Cambio Climático (IPCC). Esta cifra representa un 70% más que hace 30 años. En ese sentido, la ONU estima que dicha cantidad podría duplicarse para 2040 si no se toman medidas urgentes para detener el cambio climático.

“La movilidad eléctrica es la solución al problema. El problema es el calentamiento global y los gases de efecto invernadero que el planeta no puede seguir absorbiendo”, explicó Juan Erize, responsable de Enel X Argentina, en el Especial Energía de Infobae.

Una de las principales ventajas de la movilidad eléctrica es que mejora la calidad de vida de las personas al no emitir gases tóxicos. Al prescindir de los motores de combustión, los vehículos eléctricos evitan la emisión de gases de efecto invernadero, que a su vez, colabora en la lucha para mitigar los efectos del cambio climático.

Por este motivo, la movilidad eléctrica es considerada clave para lograr una movilidad sostenible, obteniendo cada vez más apoyo a nivel mundial a través de políticas

públicas como la electrificación del transporte público urbano, los cambios en las políticas impositivas, la generación de marcos normativos que la regulan e incluso su integración en las proyecciones a futuro de infraestructuras urbanas.

En ese sentido, Grupo Enel trabaja en la transición energética bajo tres pilares: la descarbonización, la digitalización y la electrificación.

Una de las principales ventajas de la movilidad eléctrica es que mejora la calidad de vida de las personas al no emitir gases tóxicos. Al prescindir de los motores de combustión, los vehículos eléctricos evitan la emisión de gases de efecto invernadero, que a su vez, colabora en la lucha para mitigar los efectos del cambio climático.

Por este motivo, la movilidad eléctrica es considerada clave para lograr una movilidad sostenible, obteniendo cada vez más apoyo a nivel mundial a través de políticas públicas como la electrificación del transporte público urbano, los cambios en las políticas impositivas, la generación de marcos normativos que la regulan e incluso su integración en las proyecciones a futuro de infraestructuras urbanas.

En ese sentido, Grupo Enel trabaja en la transición energética bajo tres pilares: la descarbonización, la digitalización y la electrificación.

El uso de autos eléctricos

La utilización de la energía cambia en forma constante y dinámica. No solo porque surgen nuevos usos, sino también porque los usuarios comienzan a estar más informados sobre las implicancias económicas y medioambientales.

Por ejemplo, el uso del vehículo eléctrico particular modifica el consumo eléctrico hogareño con la recarga del auto por la noche. Esto no solo genera que las personas quieran lograr una carga más eficiente, sino que además las instalaciones eléctricas domiciliarias estén en condiciones de soportar esta demanda adicional de potencia.

Por otro lado, como indicó Erize, en un futuro no muy lejano, la mayor parte de las flotas de vehículos de las empresas automotrices serán eléctricas. “La industria automotriz se está reconvirtiendo, y eso es un desafío. Hay una transición en los procesos que ya están llevando a cabo. Va a suceder -y está sucediendo- que las automotrices crearán su planta de autos eléctricos”, aseguró el referente.

Al tratarse de cantidades importantes de unidades, las compañías deberán tener presente en el diseño de sus plantas los diferentes requerimientos eléctricos, tales como el equipamiento y el espacio. Sumado a esto, será de vital importancia que cuenten con sistemas de gestión inteligente de cargas para poder garantizar un consumo de energía eficiente, como así también poder realizar una trazabilidad de uso, rendimiento, mejoras, entre otras características.

El transporte público del futuro

Por otra parte, el transporte público es otra de las aristas importantes en cuanto a la emisión de carbono a la atmósfera. En esa línea, ciudades con alto nivel de contaminación fueron las primeras en adoptar la movilidad eléctrica. “A nivel Latinoamérica, el 80% de la gente vive en ciudades. Esas ciudades son las que están produciendo una gran cantidad de dióxido de carbono; y uno de los responsables máximos es el transporte”, señaló Erize.

La implementación de colectivos eléctricos trae aparejado un cambio importante para las empresas concesionarias de los trayectos, ya que deben sumergirse en el mundo de la energía eléctrica para poder realizar la recarga de las

unidades. Países como Chile, Colombia y Uruguay dieron sus primeros pasos en la movilidad eléctrica del transporte público. Incluso diferentes provincias argentinas comenzaron a realizar pruebas sobre esta transición.

En cuanto a la recarga de los vehículos, un eje esencial es la implementación de una red de infraestructura de carga pública que permita a los usuarios de vehículos eléctricos realizar una carga rápida cuando la autonomía de la batería no permita realizar el trayecto deseado; ya que uno de los grandes desafíos de cara al futuro en cuanto a la movilidad eléctrica será lograr que el usuario no se encuentre limitado.

Por otra parte, el transporte público es otra de las aristas importantes en cuanto a la emisión de carbono a la atmósfera. En esa línea, ciudades con alto nivel de contaminación fueron las primeras en adoptar la movilidad eléctrica. “A nivel Latinoamérica, el 80% de la gente vive en ciudades. Esas ciudades son las que están produciendo una gran cantidad de dióxido de carbono; y uno de los responsables máximos es el transporte”, señaló Erize.

La implementación de colectivos eléctricos trae aparejado un cambio importante para las empresas concesionarias de los trayectos, ya que deben sumergirse en el mundo de la energía eléctrica para poder realizar la recarga de las unidades. Países como Chile, Colombia y Uruguay dieron sus primeros pasos en la movilidad eléctrica del transporte público. Incluso diferentes provincias argentinas comenzaron a realizar pruebas sobre esta transición.

En cuanto a la recarga de los vehículos, un eje esencial es la implementación de una red de infraestructura de carga pública que permita a los usuarios de vehículos eléctricos realizar una carga rápida cuando la autonomía de la batería no permita realizar el trayecto deseado; ya que uno de los grandes desafíos de cara al futuro en cuanto a la movilidad eléctrica será lograr que el usuario no se encuentre limitado.

En relación, Enel X desarrolló una ruta Panamericana de cargadores eléctricos cada 150 kilómetros que recorre desde la ciudad de Ushuaia hasta la ciudad
de Los Ángeles.

En relación, Enel X desarrolló una ruta Panamericana de cargadores eléctricos cada 150 kilómetros que recorre desde la ciudad de Ushuaia hasta la ciudad de Los Ángeles.

Por último, la diferencia en transporte estará centrada en los servicios adicionales e inteligentes que las empresas ligadas a la movilidad eléctrica puedan ofrecer. Desde una aplicación que permita gestionar la carga de un auto en el domicilio, pasando por sistemas de gestión para flotas de empresas y colectivos eléctricos, como así también plataformas que permitan saber con exactitud dónde están ubicados los cargadores, si están disponibles, y que además, permitan el pago del servicio, entre tantas otras cuestiones.

De cara al futuro, Erize imagina un mundo con diversos modelos de vehículos eléctricos. “La movilidad eléctrica ya es una realidad en muchos países. Dentro de 20 años me imagino que veremos una enorme variedad de autos. Hoy en día a nivel mundial tenemos 300 modelos diferentes y el año que viene subirá a 500. Me imagino un mundo donde tendremos opciones de todo tipo: movilidad a nivel corporativo, más allá del transporte público, y un cambio de fisonomía de la ciudad con infraestructura de carga mucho más presente. Es la ciudad inteligente, la ciudad del futuro”, concluyó el responsable de Enel X Argentina.