El motor
turbodiésel en arquitectura V6 con el que se ha equipado a la última generación de Amarok tiene una potencia de
la más alta en el mercado. Es una de las grandes cualidades que distingue a este vehículo porque en base a esa potencia, encuentra la mejor manera de enfrentar las exigencias del trabajo como utilitario, de la aventura para quienes disfrutan del esparcimiento off-road, y de una respuesta ideal en ruta para los que eligen viajar largas distancias.
Pero el motor no hace el trabajo aisladamente, sino en sociedad con una de las mejores cajas de velocidades disponibles en la categoría, la ZF Automática de 8 marchas, que se aleja de lo convencional para emular en sus prestaciones a la respuesta de una caja tipo DSG que tiene el Grupo Volkswagen en su línea de automóviles. Una primera marcha con una relación corta, ofrece una respuesta muy similar a la “baja” de una caja de transferencia, y un escalonamiento pensado para empujar la alta potencia del motor, se ocupa de dar continuidad en todas las velocidades en las que se utilice una Amarok.
Posiblemente por su origen como fabricante de automóviles, Volkswagen se ha encargado de hacer que la comodidad de los pasajeros fuera otro punto fuerte de Amarok, dotando las plazas delanteras con butacas con un diseño de ergonomía muy profundo, con regulaciones adicionales a las estándar, que sumadas a la posibilidad de adaptar el volante en altura y también en profundidad, permiten configurar una posición de manejo adecuada para cada conductor. Además, una cabina más ancha del promedio contribuye también a lograr mayor comodidad en
todo el habitáculo, especialmente en las plazas traseras, donde pueden sentarse tres pasajeros.
A nivel de equipamiento, Amarok tiene opcionales de asientos de cuero, las versiones más altas ofrecen levas en el volante para cambiar las marchas manualmente si el conductor desea hacerlo, y una pantalla digital central de fácil acceso por un diseño clásico de Volkswagen en el que se busca la simpleza y practicidad por sobre comandos difíciles de encontrar sin sacar la vista del camino.
Posiblemente por su origen como fabricante de automóviles, Volkswagen se ha encargado de hacer que la comodidad de los pasajeros fuera otro punto fuerte de Amarok, dotando las plazas delanteras con butacas con un diseño de ergonomía muy profundo, con regulaciones adicionales a las estándar, que sumadas a la posibilidad de adaptar el volante en altura y también en profundidad, permiten configurar una posición de manejo adecuada para cada conductor. Además, una cabina más ancha del promedio contribuye también a lograr mayor comodidad en todo el habitáculo, especialmente en las plazas traseras, donde pueden sentarse tres pasajeros.
A nivel de equipamiento, Amarok tiene opcionales de asientos de cuero, las versiones más altas ofrecen levas en el volante para cambiar las marchas manualmente si el conductor desea hacerlo, y una pantalla digital central de fácil acceso por un diseño clásico de Volkswagen en el que se busca la simpleza y practicidad por sobre comandos difíciles de encontrar sin sacar la vista del camino.