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En el actual contexto sanitario, unas de las cuestiones dermatológicas que más preguntas generan en las personas es cuál es la protección solar adecuada para utilizar durante el transcurso de la cuarentena. Ya sea para pasar un momento en el balcón, jugar con los niños en el patio o simplemente trabajar cerca de una ventana iluminada por el sol.
Durante dichas exposiciones, intervienen distintos factores como los rayos ultravioleta, luz visible y luz infrarroja, los cuales se transforman en agentes fundamentales para un correcto cuidado de la piel.
En primer lugar, la radiación solar cuenta con luz ultravioleta, que a su vez tiene tres espectros: UVA, UVB y UVC. No obstante, solo llegan a la superficie de la Tierra los dos primeros.
Los rayos UVA son la principal amenaza porque además de causar los mayores daños, las personas no los suelen tener en cuenta debido a que no se sienten en la piel y sus efectos no se ven en el corto plazo. ¿Cuáles pueden llegar a ser las consecuencias de los rayos UVA? Envejecimiento, manchas y cáncer de piel. Por ese motivo, es muy importante utilizar protección solar contra dichos rayos.
Al mismo tiempo, existen dos energías, las cuales son estudiadas con mayor frecuencia en la actualidad. Se trata de la luz visible y la luz infrarroja. Según explica el médico dermatólogo, Matías Maskin (MN 105069), esto se da porque la ciencia fue descubriendo en los últimos años que tanto la luz visible como la infrarroja tienen cierta relación con el envejecimiento, y sobre todo, la pigmentación de la piel.
Qué son los rayos UVA y UVB
Treinta años atrás, los protectores solares aportaban solo información sobre el número de factor de protección solar (FPS) frente a los rayos UVB. Una sobreexposición a esta luz, puede generar un enrojecimiento en la piel, cierta pigmentación o bronceado y provocar un mayor daño agudo. Un detalle no menor, es que se presenta más fuerte durante el mediodía.
En cambio, los UVA representan el 95% de los rayos, los mismos alcanzan y dañan el ADN celular generando arrugas, manchas y cáncer de piel. Al momento de leer una etiqueta del protector solar, es importante considerar el índice PPD, ya que establece cuanto protege el producto frente a dichos rayos.
Qué características debe tener
un protector solar
Especialistas como Maskin recomiendan usar un protector solar que cubra la piel frente a los rayos UVA y UVB. En esa línea, La Roche-Posay, marca líder en protección solar recomendada por dermatólogos, aconseja Anthelios fluido invisible FPS 50+, ya que ayuda a prevenir los daños provocados por rayos infrarrojos y la polución. Cuenta con alta protección UVB FPS 50+ y alta protección UVA PPD 46. El producto alcanza el PPD más alto en la historia de Anthelios.
Ultra resistente al agua
Ultra resistente a la arena
Ultra resistente al sudor
Se presenta de textura invisible y ligera, lo que impide marcas blancas o sensación de grasitud en la piel. Además, resulta ultra resistente al agua, sudor y arena, y dado a su tecnología Intelimer, no pica los ojos. Este producto es indicado para cualquier tipo de piel.
Por otro lado, cuenta con eficacia clínicamente comprobada en pieles sensibles e intolerantes. Esto ha sido demostrado a través de 31 estudios clínicos realizados in vivo por dermatólogos expertos en foto-dermatología.
Cuándo se debe utilizar el protector solar
Los rayos UVB se presentan con mayor intensidad desde la primavera al verano, pero los rayos UVA se muestran todo el año con la misma intensidad. Sin embargo, el médico dermatólogo subraya que “el calor es totalmente distinto a la radiación ultravioleta”.
Una de las mayores preocupaciones durante la cuarentena sobre el cuidado de la piel es la exposición al sol y a las pantallas de dispositivos electrónicos. Si la persona está expuesta desde una ventana iluminada por el sol durante varias horas, debe proteger su piel. Lo mismo ocurre en balcones y patios o una prolongada salida a la calle.
De hecho, aunque no se vean, en invierno los rayos UVA y la luz visible siguen ahí, dañando la piel incluso en mayor medida que antes. No solo porque las personas trabajan más tiempo cerca de ventanas o buscan desconectarse saliendo al balcón, sino porque también se utilizan en mayor medida las computadoras y celulares.
La luz visible proveniente de estos dispositivos electrónicos puede provocar manchas en la piel. La forma correcta de protegerla es utilizando protección con pigmentos. Esto se da principalmente en las mujeres por cuestiones hormonales.
Protectores con pigmentos
Asimismo, en el caso de mujeres que se les mancha la piel con facilidad, sobre todo en la ciudad, la utilización de protección con pigmentación resulta una gran solución, debido a que la luz visible es muy difícil de cubrir solo con el protector y los colores lo complementan cubriendo el espectro de luz.
En referencia a esto, la última propuesta de la firma La Roche-Posay es el nuevo protector es el nuevo protector Anthelios Mineral One FPS 50+. Se trata de la primera protección mineral diaria que utiliza un solo filtro UV 100% mineral compuesto por dióxido de titanio para una protección de amplio espectro -UVA, UVB, IR-A y luz visible-.
Por esta razón, el producto previene el fotoenvejecimiento provocado por la radiación UV. En combinación con pigmentos minerales, ayuda a evitar la hiperpigmentación asociada a los rayos UV y la luz visible.
Es ideal para todas aquellas personas que buscan simplificar su rutina sin resignar beneficios. Además de tener una muy alta protección UVA y UVB, su fórmula está enriquecida con ácido hialurónico para hidratar por 24hs, pigmentos minerales que aseguran 12hs de cobertura y Vitamina E que aporta un efecto antioxidante. Este producto se presenta en cuatro tonos.
Finalmente, un interrogante clave en el cuidado de la piel es qué porción de protector se debe aplicar en el cuerpo. Maskin recomienda usar entre 30 y 35 ml de crema por cada aplicación, principalmente en el verano.
Sin dudas, una exposición al sol controlada y en horarios recomendados por los especialistas resulta un gran beneficio para la salud. No obstante, el cuidado de la piel debe contar con una protección adecuada frente a los efectos dañinos de los rayos UVA y UVB.
