La transparencia es un pilar esencial en cualquier iniciativa minera. Por ello, Veladero impulsó un programa de monitoreo participativo que permite a los habitantes locales involucrarse directamente en la evaluación de la calidad del agua de los ríos cercanos.
El proceso incluye la toma de muestras en puntos estratégicos, como la cuenca baja de los ríos de la zona, y su análisis en laboratorios certificados. Ricardo Cortez, supervisor de Medioambiente de Veladero, resalta: “Los participantes son testigos de todo el procedimiento, desde la recolección hasta el análisis final, lo que fortalece la confianza en los resultados obtenidos”.
Más allá del monitoreo, Veladero ha trabajado en la construcción y modernización de infraestructura hídrica en Iglesia y Jáchal. Este esfuerzo incluye la remodelación de diez plantas que ahora incorporan paneles solares para operar de manera sostenible y eficiente.
Un claro ejemplo del impacto de estas obras se encuentra en el pequeño pueblo de Colangüil, donde el agua potable llegó por primera vez en 2022. “Antiguamente, algunas personas tenían una bomba manual, pero ni siquiera todos los hogares accedían a esto”, señala Contreras, quien también es presidenta de la Unión Vecinal de Bella Vista.
En el departamento de Jáchal, la comunidad también se beneficia del apoyo técnico y tecnológico proporcionado por Veladero. En la localidad de Huaco, una cooperativa de aromáticas, dedicada a cultivos como el ají, comino y anís, ha transformado su modelo de trabajo mediante la incorporación de sistemas de riego por goteo alimentados con energía solar.
Este avance no solo representa una mejora en la productividad, sino que también demuestra cómo la colaboración entre el sector privado y las comunidades puede generar soluciones sostenibles para problemas locales.