La gestión eficiente y responsable del agua es una prioridad mundial y un desafío local para regiones como San Juan, donde el clima árido exige soluciones innovadoras. En este contexto, la mina Veladero, en colaboración con las comunidades de Iglesia y Jáchal, ha implementado proyectos que no solo aseguran el acceso a este recurso vital, sino que también fortalecen la confianza y la participación ciudadana.

Programas comunitarios para monitorear la calidad del agua

La transparencia es un pilar esencial en cualquier iniciativa minera. Por ello, Veladero impulsó un programa de monitoreo participativo que permite a los habitantes locales involucrarse directamente en la evaluación de la calidad del agua de los ríos cercanos.

“Es algo que siempre me llamó la atención y por eso me anoté para venir”, comenta Marcela Contreras, residente de Iglesia. Su compromiso con su comunidad la llevó a unirse a esta experiencia, en la que, junto a otros vecinos, verifica que los niveles de contaminación estén dentro de los parámetros legales y seguros.

El proceso incluye la toma de muestras en puntos estratégicos, como la cuenca baja de los ríos de la zona, y su análisis en laboratorios certificados. Ricardo Cortez, supervisor de Medioambiente de Veladero, resalta: “Los participantes son testigos de todo el procedimiento, desde la recolección hasta el análisis final, lo que fortalece la confianza en los resultados obtenidos”.

Infraestructura para ampliar el acceso al agua

Más allá del monitoreo, Veladero ha trabajado en la construcción y modernización de infraestructura hídrica en Iglesia y Jáchal. Este esfuerzo incluye la remodelación de diez plantas que ahora incorporan paneles solares para operar de manera sostenible y eficiente.

Un claro ejemplo del impacto de estas obras se encuentra en el pequeño pueblo de Colangüil, donde el agua potable llegó por primera vez en 2022. “Antiguamente, algunas personas tenían una bomba manual, pero ni siquiera todos los hogares accedían a esto”, señala Contreras, quien también es presidenta de la Unión Vecinal de Bella Vista.

Cooperativas agrícolas: un modelo de sostenibilidad

En el departamento de Jáchal, la comunidad también se beneficia del apoyo técnico y tecnológico proporcionado por Veladero. En la localidad de Huaco, una cooperativa de aromáticas, dedicada a cultivos como el ají, comino y anís, ha transformado su modelo de trabajo mediante la incorporación de sistemas de riego por goteo alimentados con energía solar.

Carlos Dojorti, productor y miembro de este grupo, expresa: “Nunca pensé que íbamos a tener estos beneficios: es como sacarse la lotería. Ahora podemos optimizar nuestros procesos y aspirar a rendimientos mayores”.

Este avance no solo representa una mejora en la productividad, sino que también demuestra cómo la colaboración entre el sector privado y las comunidades puede generar soluciones sostenibles para problemas locales.

Las acciones realizadas por Veladero reflejan un modelo de minería que prioriza la sostenibilidad, el cuidado del medioambiente y la integración comunitaria, sentando bases sólidas para el desarrollo a largo plazo de San Juan.