Cómo hacerse un autoexamen y otros consejos para su detección temprana
Más del 75% de las mujeres que lo padecen no tienen antecedentes familiares. Año tras año, distintas campañas se llevan adelante para concientizar sobre esta enfermedad y la importancia de hacerse los estudios para prevenirlo
Con el objetivo de concientizar y promover que cada vez más mujeres accedan a controles, diagnósticos y tratamientos oportunos y efectivos, la Organización Mundial de la Salud celebra el 19 de octubre el Día Internacional de la Lucha contra el Cáncer de Mama.
Solamente en la Argentina, según las estimaciones del Observatorio Global de Cáncer de la OMS, el cáncer de mama tuvo, en 2018 un volumen de más de 21 mil casos al año, representando el 17% de todos los tumores malignos y casi un tercio de los cánceres femeninos. Aproximadamente, mueren unas 6 mil mujeres por cáncer de mama en el país.
Pero si se va a la raíz, ¿qué es el cáncer de mama? El Ministerio de Salud y Desarrollo Social lo define como una enfermedad causada por la multiplicación anormal de las células de la mama que forman un tumor maligno. Puede afectar a cualquier mujer y las posibilidades de que aparezca aumentan con la edad, en especial a partir de los 50 años.
Actualmente “es el más común entre las mujeres de todo el mundo y está aumentando, especialmente en los países en desarrollo debido a la mayor esperanza de vida, el aumento de la urbanización y la adopción de modos de vida occidentales”, afirma la OMS.
Sin embargo, la mortalidad está disminuyendo gracias a la detección precoz a través de la mamografía, un estudio radiológico idóneo para diagnosticar un tumor aún cuando no presente ninguna sintomatología.
Recomendaciones para su detección temprana
En caso de ser menor a 50 años:
Si es mayor de 50 años:
“El 75% de las mujeres que son diagnosticadas cada año con cáncer de mama en Argentina no tenían, antes del diagnóstico, ningún factor conocido de importancia e incluso muchas de ellas no presentaban síntomas específicos. Por eso, es sumamente importante realizar controles periódicos”, destaca la doctora Silvia Torchetti (M.N. 58.921), médica ginecóloga.
“La mamografía -que consiste en una radiografía de las mamas- y el autoexamen son las herramientas más efectivas para detectar la enfermedad en sus fases iniciales, lo que permite comenzar el tratamiento con un diagnóstico temprano y tener mayores posibilidades de cura”, agrega.
En algunos casos, puede anunciarse a partir de nódulos en la mama, retracción o lesiones descamativas en el pezón, cambios en la coloración o textura de la piel y ganglios axilares duros o persistentes, entre otros. “Por eso, es necesarios que todas las mujeres efectúen el autoexamen de mamas con frecuencia y recurran a su médico ginecólogo ante cualquier inconveniente”, destaca la Dra. Silvia Torchetti.
Paso a paso para el autoexamen mamario
Desde OSDE brindan los siguientes tips para realizarse un correcto autotest. En un ambiente que tenga una buena iluminación, colocarse frente a un espejo con el torso desnudo y seguir los siguientes pasos:
Paso 1
Con los brazos relajados y caídos al lado del cuerpo, observar el aspecto externo de los senos, su tamaño y si son simétricos. También verificar que la piel no tenga hoyuelos, no esté rugosa ni enrojecida.
Paso 2
Repetirlo con las manos apoyadas sobre la cadera, contrayendo los músculos del pecho.
Paso 3
También hacerlo entrelazando las manos por detrás del cuello y girando ligeramente el busto de izquierda a derecha.
Luego, realizar la palpación de las mamas de la siguiente manera:
Paso 4
Llevar el brazo del lado del seno a examinar detrás de la cabeza. Con la otra mano palpar de afuera hacia adentro. Inspeccionar de manera horizontal desde el tórax y las costillas hacia el pezón y la zona que lo rodea.
Paso 5
Repetir el procedimiento con el brazo al costado del cuerpo.
Paso 6
Palpar la axila completa con el brazo detrás de la cabeza para detectar posibles nódulos o bultos.
Paso 7
Por último, apretar suavemente el pezón con el dedo índice y el pulgar y observar si se produce alguna secreción de líquidos y tomá nota de sus características.
Así, la detección precoz a fin de mejorar el pronóstico y la supervivencia de los casos de cáncer de mama sigue siendo la piedra angular de la lucha contra este tipo de cáncer.
El caso de Lorena
Era el fin de semana largo de octubre de 2014 y Lorena conducía su auto hacia Aeroparque
para buscar a su mamá. En el vehículo iba Silverio, su hijo, que tenía 5 años. Pero nunca
llegaron al aeropuerto: “No recuerdo qué fue lo que pasó. Mi hijo dice que alguien nos tiró
algo en el parabrisas, me fui contra el cordón y así me di de lleno contra un árbol”, relata la
socia de OSDE.
Las consecuencias del accidente fueron mucho más graves para ella que para el niño, que
solo sufrió algunos golpes: Lorena se quebró cuatro costillas, la clavícula, la nariz, la rodilla,
se le cortaron los intestinos y se rompió la aorta.
Un año después del accidente, luego de una lenta recuperación que involucró una
operación de intestinos y muchas sesiones de kinesiología, Lorena y su hijo estaban por
irse de vacaciones para celebrar que lo peor ya había pasado: todos los estudios que ella
se había hecho meses atrás eran satisfactorios y solo le restaba operarse de la columna por
una vértebra fuera de lugar. Pero una nueva noticia lo cambió todo.
Con un autoexamen mamario que derivó en una consulta con un médico le diagnosticaron
cáncer de mama: “Señora, usted tiene cáncer. Y no es leve, hay que operar ya’ -relata-. Así
que suspendí todo. Dos días después tuve la intervención”.
Después de la operación llegaron los rayos y al mismo tiempo, acudió a una terapeuta
especializada en pacientes oncológicos a través de PROSAM, que le ayudó a transitar el
camino.
A cuatro años de su diagnóstico, Lorena recuerda todo lo que pasó y lo duro que fue:
“Tomar conciencia de que somos finitos es difícil. Pasé por situaciones duras, desde no
tolerar la comida hasta no saber cómo llegaba a la noche”. Pero, luego de mucho tiempo de
recuperación, paciencia y esfuerzo, la socia se propuso incorporar a su rutina una dieta
saludable, evitar situaciones de estrés y retomar actividades que le hacían y hoy le hacen
muy bien.
Y admite que recién este año pudo empezar a hacer planes a futuro. “Aunque no quiero
olvidar lo que pasé, es muy lindo tener proyectos. Cuando te sientan y te dicen que tenés
cáncer, se te viene el mundo encima. Pero esta experiencia fue un trampolín que cambió mi
día, mi vida y mi visión. Lograr un equilibrio es un desafío diario, el tiempo es un lujo y
sentirme saludable es mi mayor tesoro”, reflexiona.