En la Argentina, 9 de cada 10 mujeres atravesaron una situación de acoso callejero y el 100% lleva adelante estrategias para sentirse más seguras a la hora de salir de su casa. Estas estrategias van desde evitar lugares oscuros o ir acompañadas por otra persona, no realizar “eye contact”, vestirse de una manera diferente a la que les gustaría, el famoso “avisame cuando llegues”, hasta incluso mudarse o cambiarse de trabajo.
Estos datos se desprenden de un análisis realizado por el Observatorio Nacional Mumalá en el 2017 donde se entrevistaron alrededor de 1300 mujeres de un rango etario que comprende desde los 13 hasta los 80 años.
Las estadísticas reflejan una problemática severa que afecta a la gran mayoría de las mujeres. Pero esta situación no solo sucede en el país sino que también se replica a nivel global, demostrando que el acoso en los espacios públicos es una de las modalidades de violencia de género más extendidas, naturalizadas e invisibilizadas en el mundo entero. Para sostener este argumento, la consultora Ipsos realizó un estudio global para L’Oréal Paris que abarcó 9 países y 15.500 personas entrevistadas. El resultado sacó a la luz que el 78% de las mujeres atravesó una situación de acoso en un espacio público. ¿Las consecuencias? El 50% afirmó que luego del episodio sintió temor de salir a la calle y vio disminuida su confianza y autoestima.
El acoso callejero existe y se trata de una problemática que, poco a poco, gracias al trabajo del Estado, los organismos privados y públicos, se hace cada vez más visible. Un ejemplo claro es la incorporación en 2019 del acoso en el espacio público como una de las modalidades de violencia de género dentro de la Ley 26.485, de Protección integral para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres.
Según el Artículo 6° de dicha ley, la violencia contra las mujeres en el espacio público se define de la siguiente manera: “Aquella ejercida contra las mujeres por una o más personas, en lugares públicos o de acceso público, como medios de transporte o centros comerciales, a través de conductas o expresiones verbales o no verbales, con connotación sexual, que afecten o dañen su dignidad, integridad, libertad, libre circulación o permanencia y/o generen un ambiente hostil u ofensivo”.
Ahora bien, otro de los datos interesantes que surgió a partir de la investigación global llevada adelante por Ipsos fue que el 96% de las mujeres afirmaron que la situación de acoso se detuvo cuando alguien intervino, demostrando la importancia de la participación de una persona testigo. Pero esto muchas veces no sucede, y al preguntarles a las personas encuestadas “¿Por qué no actúan cuando ven una situación de acoso?”, el 90% sostiene que no hay información sobre cómo actuar ante una situación de este tipo, por ende: no saben qué hacer.
Entonces, ¿Cómo hacer para detener estas situaciones de acoso callejero y que las mujeres puedan hacer uso del espacio público de manera segura y autónoma? A partir de esta pregunta, la Fundación internacional Hollaback, que lucha contra el acoso callejero en 79 ciudades del mundo desde el año 2010, diseñó una metodología de actuación.
Cómo funciona la metodología 5D
Al reconocer la falta de información sobre cómo actuar cuando alguien es testigo de una situación de acoso en un espacio público, la fundación diseñó y difunde una metodología con el fin de brindar herramientas simples para intervenir y detener estas situaciones cotidianas y, así, contribuir con la construcción de una sociedad más justa, igualitaria y libre de acoso en espacios públicos.
Las herramientas son: Distraer, Delegar, Documentar, Dirigirse al acosador y Dar asistencia.
Distraer: por ejemplo, hacerse pasar por un amigo o amiga, preguntar la hora, preguntar dónde se encuentra el cajero más cercano o una parada de colectivo.
Delegar: se trata de buscar a alguien que esté en posición de autoridad y pedirle intervención. Puede ser desde una persona del equipo docente, la policía, quien conduce el colectivo, etc.
Documentar: se trata de observar lo que ocurre e intentar grabar la situación de acoso para luego compartir el material solo con la persona que fue acosada, en el caso de que decida hacer una denuncia. Nunca se debe publicar en Internet sin su autorización.
Dirigirse al acosador: la cuarta herramienta propone interpelar al acosador, no de manera agresiva sino pidiéndole que deje tranquila a la persona que está acosando, y sin que escale el nivel de violencia. Lo primordial siempre es la seguridad de la persona que está atravesando el acoso y de la persona testigo de la misma.
Dar asistencia: esta herramienta apunta a asistir a quien atravesó la situación de acoso en el espacio público. La acción consiste en acercarse, ofrecerle ayuda y transmitirle que no está sola. Y hacerle saber que no es su culpa, que el responsable es el acosador. La empatía es fundamental en estos casos.
En la campaña de Argentina, se difunde además la Línea 144, de atención, asesoramiento y contención para situaciones de violencias por motivos de género.
Funciona las 24 horas, de manera gratuita y en todo el país, con un equipo de profesionales que atiende casos de todos los tipos y modalidades de violencia de género, incluidos los casos de violencia en el espacio público.
Para conocer la campaña y la metodología
Para contribuir con la construcción de una sociedad libre de acoso callejero, L’Oréal París se unió a la ONG Hollaback y lanzó en nueve países el programa “Contra el Acoso Callejero, Stand Up” que propone dar visibilidad a esta modalidad de violencia de género y brindar herramientas concretas de intervención en situaciones de acoso en espacios públicos.
“A lo largo de su historia y bajo su lema revolucionario 'todas lo valemos';, L'Oréal Paris viene multiplicando iniciativas para que las mujeres puedan romper las barreras que les impiden creer en sí mismas y ser conscientes de su propio valor. Con esta campaña global buscamos que las mujeres puedan sentirse más libres y seguras en su día a día, ya que todas las personas tenemos derecho a hacer uso del espacio público con libertad, seguridad y autonomía”, destacó Brenda Bianquet, gerente de Asuntos Públicos & Advocacy Manager de L'Oréal Argentina.
El programa de capacitación de Hollaback se replica en la Argentina a través de Fundación Pescar, con gran experiencia y trayectoria en la formación y empoderamiento de personas en situación de vulnerabilidad a lo largo de todo el país. El objetivo es concientizar y capacitar a nivel nacional a 5 mil personas en distintas provincias como Córdoba, Mendoza, Buenos Aires, Tucumán, Santa Fe, Chubut y Chaco, y a 55 mil personas de manera virtual, en todo el país.
El acoso en los espacios públicos es una problemática estructural que existe y que afecta a 9 de cada 10 mujeres en el país. Al salir a la calle, las mujeres cambian sus actitudes, reprimen conductas y limitan su autonomía con el fin sentirse más seguras y evitar volver a atravesar este tipo de situaciones cotidianas. La metodología 5D viene a brindar herramientas concretas para intervenir en estas situaciones de acoso, detenerlas y dejar de mirar para otro lado. Todas las personas podemos comprometernos con la construcción de una sociedad más justa, inclusiva e igualitaria.